Planificar el regreso a clases a través del modelo hibrido
Como todos sabemos el 2020 ha sido un año sumamente desafiante debido al contexto de la pandemia por el COVID-19. La UNESCO recientemente divulgó un reporte mundial que mostro su preocupación respecto al cierre de las escuelas.
Según la UNESCO: Actualmente 101 países mantienen sus escuelas abiertas y 48 países lo hacen de manera alternada.
El primer paso para adaptarnos a este nuevo escenario requiere saber que el modelo hibrido mezcla el ambiente presencial con el virtual, y debe poder ser adaptado conforme a la necesidad escolar. Por lo tanto se debe tener en cuenta que un grupo asistirá y otro participara de actividades mediadas por la tecnología en alternancia, con lo cual se deben planificar actividades para ambos grupos.
En una segunda instancia se debe comprender que este modelo tiende a contribuir con el proceso de recuperación del aprendizaje, ya que sabemos que debido al largo periodo de clases mediadas por las tecnologías, no fue posible la participación de todos los estudiantes, y en el caso de los que pudieron participar han quedado grandes lagunas y déficit en el proceso de enseñanza.
El modelo hibrido debe hacer foco en un ambiente de aprendizaje flexible, activo y pautado hacia desenvolver competencias y habilidades que abordan la metodología basada en proyectos y las dinámicas de trabajo en equipo. Este trabajo antes imaginado solo en la esfera de lo presencial, hoy es totalmente posible gracias a las tecnologías disponibles.
Necesitamos mezclar las diferentes posibilidades existentes para darle al alumno la posibilidad de ser protagonista de la construcción de su proceso de aprendizaje.
Planificación de acciones híbridas
La enseñanza híbrida está en el centro de las acciones docentes que valora por sus aportes en la mirada ecosistémica. Por lo tanto, planificar acciones requiere diseñar combinaciones que integren espacios, tiempos, metodologías y tutorías para ofrecer experiencias que mejor se adapten a las necesidades y posibilidades de los estudiantes.
1. Plan de estudios flexible
Es necesario planificar en busca de un currículum flexible que considere la evaluación diagnóstica como punto de partida y que contemple proyectos integradores que tengan como objetivo integrar áreas de conocimiento, actividades, proyectos, juegos en grupo o individuales, de forma colaborativa o personalizada.
Para realizar una enseñanza híbrida, es necesario que el proceso de aprendizaje sea continuo y que los estudiantes puedan percibir e involucrarse en esta construcción.
2. Escucha activa
Fusión y diversificación de propuestas son factores clave y es necesario apostar por aquellas que sean abiertas y que permitan una escucha activa, como, por ejemplo, hacer tiempos combinados; itinerarios y rutas de aprendizaje personalizadas; utilizar otros espacios y entornos escolares, además del aula; y hacer combinaciones y combinar con espacios virtuales en la búsqueda de repensar el currículo a través de metodologías activas; Adaptar y trabajar con la diversidad de espacios de mejora en el proceso de evaluación y en la construcción del conocimiento.
3. Modelos síncronos y asincrónicos
4. Función docente
En la docencia híbrida, el rol docente gana beneficios y protagonismo, como el poder dedicar más dudas a los alumnos, realizando un seguimiento más cercano e individual en el que pueden visualizar, recolectar y analizar datos e intervenir en el proceso de una manera más asertiva. . Para ello, es importante invertir en diferentes modalidades como el aula invertida.
5. Modalidades de enseñanza
La educación híbrida es un camino sin retorno y que tiende a estar más presente en la educación básica por todos sus beneficios y por las oportunidades que estamos avanzando por la igualdad, equidad y valores integrales que apuntan a la creatividad.
Excelente propuesta….muy viable …
Excelente artículo!!! muy útil para estos tiempos y estos desafíos que transitamos.
Saludos.